La fuga, la huída… Huída cuando uno escapa del lugar donde está ¿Por qué? Porque no quiere estar allí, porque no quiere quedarse.
La fuga, cuando uno escapa del lugar donde está porque desea estar en otra parte, porque tiene un nuevo rumbo, porque empieza a sentirse mejor en ese lugar a donde quiere ir o a donde quiere volver.
¿Cuál es la diferencia entre fugarse y huir? “El deseo”, esa palabra tan preferida por los sicólogos, y que yo todavía no sé bien qué hacer con ella, huyo de la palabra deseo, me da miedo.
Deseo, a veces nostálgicamente pienso que es lo que uno quiere y casi nunca sucede. Porque se me hace a la idea de que los deseos no dependen de uno ¿o que se cumplan no depende de uno? ¿o quizás a veces se cumplan? no tal cual como quisiéramos pero bue…
¿Uno desea para afuera? ¿uno desea que esto sea así o que esto sea asá? ¿O uno se desea a sí mismo de ciertas formas? ¿puede ser que el deseo tenga que ver con: “qué quiero hacer yo con todo lo que me toca, con el afuera, con lo que no elijo y hasta con lo que no deseo? ¿hasta dónde alcanza la fuerza del deseo para transformar las cosas? ¿el deseo puede transformar? ¿se puede desear simplemente que nada cambie? como un: “deseo todo esto que tengo ahora y nada más” ¿el secreto de la felicidad?¿cuál es el límite con el conformismo? ¿la felicidad es no desear nada? Por lo menos tengo la respuesta a esta última pregunta, indudablemente NO.
No sé si el deseo es un compromiso, creo que no, compromiso suena a obligación, pero el deseo elige, dice “esto sí” ¿y? se me hace que todo esto debe ser más sencillo de lo que yo pienso y que la respuesta llegará por el camino del placer, ¿se desea el placer?, sí, indudablemente.
En una frase como: “la lucha contra el infierno es darle lugar a todo lo que no es infierno” que suena muy bonita, pero que ya es un derrotero, ¿qué es lo que está en el centro?: el infierno.
El mundo no tiene un centro, o cada uno es el centro de su propio mundo, y “los demás son todo un mundo” (la mujer con la cabeza en la bolsa y su deseo escondido), ¿de qué está hecho ese centro personalísimo de cada uno? Bueno, una pregunta con tantas respuestas como personas en este mundo, pero supongo que de los deseos que cada uno alberga para consigo mismo, y algunas personas como decía la frase del infierno están hechas de los no-deseos, las negaciones, la resistencia, el bloqueo, el estancamiento, la cabeza metida en la bolsa. Pero si se quiere eso puede cambiar.
Uno se construye alrededor de sus deseos, no sé si se puede desear para afuera, o para adelante, desear para el futuro; lo que si es seguro que no se puede desear para atrás. Ahora pienso que no hay nada más presente que el deseo, el deseo es ahora en estado puro, y aunque a veces deseamos que mañana tal cosa o tal otra, lo deseamos ahora.
Un deseo para el afuera podría ser convivir de la manera más armónica posible con todo lo que me rodea, encontrar espacios para el disfrute y el placer de ser un cuerpo en este mundo, y pienso en la idea del “rincón tranquilo”, hay un poema de Mario Benedetti que dice “no te salves, no te quedes inmóvil al borde del camino, no conserves del mundo sólo un rincón tranquilo”, un poema que parece esperanzador y tiene tantos no me despierta sospechas. No me digas lo que no, decime lo que sí. Yo sí quiero del mundo un rincón tranquilo, muchos rincones tranquilos, no sé de qué hay que salvarse.
Un rincón tranquilo, un jardín…
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