domingo, 24 de junio de 2012

Hacia la noche


“Demoras en la vuelta a casa” se lee  en la pantalla enorme  del bar que muestra imágenes de Avenida Libertador. El cielo del atardecer ofrece una luminosidad intensa,  como si no se resignara a ocultarse frente a las iluminaciones de los bares y cafés que comienzan a encenderse. Desde la ventana veo una multiplicidad de luces que transitan y pueblan las calles: el amarillo pálido de las lámparas que alumbran, con cierta intimidad, cada una de las mesas del restorán de enfrente;  el rojo y el amarillo del semáforo de la esquina y su persistencia en sucederse; los cuadrados de las ventanas de los edificios  se recortan en un cielo que se vuelve cada vez más oscuro,  dejando adivinar en su interior los destellos de un televisor encendido; los multicolores carteles de los negocios…  Los empleados de las tiendas miran sus relojes con más insistencia, los señores de las oficinas se van dando cita en los cafés, chicas con auriculares y carpetas en la mano vuelven de la facultad y los micros pasan repletos de gentes que cargan en su rostros un día entero de trabajo. La escuela es pública y queda en pleno centro, rodeada por negocios que venden zapatillas y jeans de $800. Pero ninguno de los alumnos vive por aquí, venimos de los barrios y cuando la clase termine volveremos a ellos. La porción de cielo que era posible ver,  ya ha cedido todo su resplandor  a la hora en que suena el timbre. Abrimos nuestras carpetas donde aguardan hojas blanquísimas, y una tiza nueva abre la cerrada negritud del pizarrón.

1 comentario:

  1. Cristina: una imagen de Fray Bentos me llevó a tu blog y he quedado sorprendido. No sé si es la mañana o la música que escucho o el verano pero me han emocionado. Me he identificado con el alma de algunos de tus textos, quizá porque nacen de la soledad, del recuerdo y de la observación de aquello que es invisible para la mayoría. Desde Montevideo pero oriundo de Colonia (también de sus playas) te invito a compartir mi blog: marcapieldeltiempo.blogspot. Y te dejo, desde la otra orilla, cordiales saludos.

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